Sin dudas el enfrentamiento de la Víbora con el Águila centraba la atención de toda Italia en la jornada dominical, no solo porque llegaba la Lazio como uno de los equipos en mejor forma del campeonato y el Inter como uno de los máximos favoritos al título, sino porque existía la presión para el Inter de tener en sus manos la enésima oportunidad de alcanzar la cima. El neroazurro salía con una equipación donde a través de los nombres de los jugadores escritos en chino, saludaban el nuevo año lunar -o al menos lo hacía su presidencia- celebración que se lleva a cabo en muchos países del continente asiático.
