Construir un equipo de fútbol reconocible por sus ideas y conceptos lleva tiempo. Es un proceso largo de aprendizaje individual y colectivo sobre como se va a comportar el grupo en cada una de las situaciones que se le presenten en un partido. Se necesita crear empatías deportivas y sociales y que cada uno de los jugadores sepa su importancia y rol en el conjunto. A Cuba ayer en la derrota ante Guatemala le faltó precisamente reconocerse como equipo.
