La vigorexia es un problema claramente psicológico, pero que puede tener grandes consecuencias en el físico. Llamamos así a un trastorno en que no solo existe el exceso de ejercicio físico y la obsesión por él, sino también el no verse bien con uno mismo y que todo esto afecte a la alimentación.
Se escucha mucho más hablar de la anorexia, por ejemplo, cuando esta patología puede ser igual de perjudicial. De hecho, también se le puede llamar anoxia inversa o dismorfia muscular. Curiosamente, así como la anorexia es más propensa en las mujeres adolescentes, esta otra se suele dar en hombres en una edad comprendida entre los 18 y los 15 años.
Existen diversas causas por las que se puede desarrollar, puede darse en personas obsesivas consigo mismas o demasiado exigentes, en los que han sufrido bullying en la niñez y los que tienden a compararse constantemente o suelen tener pensamientos negativos sobre sí mismos. Esta enfermedad es un claro cuadro de obsesivo compulsivo.
¿Cuáles son los principales síntomas?
Se suele hacer entrenamientos de una intensidad constante, normalmente excesiva para la persona, lo más común es el levantamiento de pesas. La alimentación se basa básicamente en una dieta a base de proteínas y las relaciones sociales o el trabajo pasan a un segundo plano. También es posible que se consuma droga para la estimulación del desarrollo muscular.
Soluciones, un psicólogo y un entrenador personal que adecue los ejercicios.