La pandemia sigue causando estragos en todo el mundo, y aunque el proceso de vacunación ya está en marcha, si bien podría ir a un ritmo más rápido de lo que va para conseguir esa ansiada inmunidad de rebaño en verano de la que tanto hablan los políticos y que supondría recuperar practicamente la normalidad total, es decir nuestra vida de antes, libres de restricciones y continuos protocolos de seguridad.
De este modo, y ante las infomaciones más recientes, el mundo del toro vive preocupado de cara a su próxima temporada, la cual ya comenzó el pasado 13 de marzo en Ubrique, no obstante no saben con exactitud como se desarrollará de aquí en adelante. Así el panorama actual se presentan dos hechos decisivos y que producen gran incertidumbre en el toreo provocando un enrendo y continuo malestar.
Por un lado, el próximo jueves 8 de abril, la Junta de Andalucía tendrá los datos sobre la repercusión de la pandemia durante el periodo de vacaciones de Semana Santa, y será entonces cuando se conozca con certeza si las corridas anunciadas contarán con el permiso del 50% del aforo de La Maestranza a disponibilidad de los eventos y por consiguiente al resto.
Por otro, se encuentran las próximas elecciones del 4 mayo de la Comunidad de Madrid, las que podrían marcar un antes y un después en el mundo del toro. Un triunfo de Díaz Ayuso junto con Rocío Monasterio sería la manoletina perfecta para volver a darle a la tauromaquia el lugar que se merece, así como una estabilidad en su recuperación. Sin embargo una victoria del PSOE que le hiciera gobernar con Más Madrid y Podemos podría dar la puntilla a la reactivación del toreo desde la plaza de Las Ventas con todo tipo de estrategias que terminaran con su potencial y su simbología.