Luego del cambio de sede, los titubeos sobre la presencia de los atletas y la aparición de Santiago Maratea (el infuencer que logró que viajara toda la delegación), el 52º Sudamericano de atletismo se desarrolló en Guayaquil, Ecuador, con 47 argentinos.
“Desde el punto de vista del nivel de incertidumbre con que llegaron los pibes y todo el lío que fue la preparación, el nivel que tuvieron fue muy bueno, en general hubo varios chicos que hicieron sus marcas personales”, expresó José Ignacio Pignataro, técnico Nacional de Atletismo Paralímpico.
La delegación resultó sexta, con 11 medallas, un escalón y cinco podios por debajo respecto nacional al rendimiento en Lima 2019. Un nombre que surgió con posibilidades es el vallista mendocino Renzo Cremaschi por sus 14s.04 en las eliminatorias de 110m, segunda marca del historial nacional. Quedó 7° en la final, en la que Agustín Carrera produjo su mejor performance del año para terminar quinto. Agustín es de La Plata, y sus entrenamientos se vieron interrumpidos ya que la pista lleva año y medio cerrada.
Además, un aspecto importante de este equipo es que se trató de la primera experiencia internacional para la mayoría de sus integrantes.
“La mayoría de los que están en el podio son atletas experimentados, todos esos atletas experimentados en algún momento pasaron por este papel que les paso a varios chicos que hubiesen quedado afuera en primera instancia. Hicieron su experiencia en un torneo donde les suma a convertirse en atletas de gran nivel internacional”, comentó Pignataro y agregó: “Creo que los más experimentados cumplieron bien su rol y los más jóvenes tuvieron esa instancia de aprendizaje, experiencia para apuntar a ser olímpicos en el siguiente juego”.
La única medalla dorada para Argentina llegó de la mano de Germán Chiaraviglio. Una de las medallas plateadas la conquistó Florencia Borelli en los 5000 metros en una carrera con un final muy cerrado. El equipo integrado por Leandro París, Noelía Martínez, Ayelén Diogo y Elián Larregina obtuvo la plateada en la prueba de relevos 4x400 mixta con un registro de 3m23s.76.
“Esto de que el equipo haya sido grande me parece super positivo para el deporte. Para mí una competencia es como un examen donde uno va a hacer lo que estuvo preparando durante mucho tiempo y como todo examen tiene que ser una instancia de aprendizaje, para mí, muchos aprendizajes se cierran en el torneo y es a partir de ahí donde los chicos construyen”, destacó Ignacio.
Federico Bruno también terminó en el segundo lugar en los 1500 metros con una marca de 3m.38s.25. La cuarta plateada la consiguió Nazareno Sasia en lanzamiento de disco. Registró 19.79, superó el récord nacional U23 que estaba en poder de Germán Lauro y rozó el título, que quedó en manos del brasileño Wellinton Silva Morais (19.87). El podio lo completó otro argentino: Ignacio Carballo (19.51).
“Son chicos muy jóvenes que necesitan este tipo de roces (…) Y lamentablemente no hay un circuito lo suficientemente competitivo para que los chicos puedan seguir creciendo”.
Ya sea que viajaron para sumar puntos para Tokio, en el ranking mundial o defender medallas sudamericanas, y así, extender, su beca deportiva por parte del Ente Nacional de Alto Rendimiento Deportivo (Enard), la vuelta a la competencia oficial fue un examen determinante para medir dónde estaban parados.
“Yo creo que la mejor evaluación del resultado de ellos es: aprendieron mucho en la competencia tanto en el proceso de preparación como en la prueba en sí (…) Es un buen cierre de un proceso de aprendizaje que les va a permitir ser buenos más adelante”, afirmó Ignacio.
Por otro lado, el Enard informó la nueva nómina de deportistas becados. En el atletismo hay 17 que recibirán subsidios: Joaquín Arbe, Marcela Gómez y Eulalio Muñoz, como clasificados olímpicos; Chiaraviglio y Casetta, por proyección panamericana, y Florencia y Mariana Borrelli, Federico Bruno, Cano Ceres, Gómez, Layoy, París, Maximiliano Díaz, Diego Lacamoire, Noelia Martínez, Sergio Pandiani y Guillermo Ruggeri por proyección sudamericana. Cada categoría implica un monto específico de subvención.
“Yo creo que el deporte nuestro todavía necesita crecer mucho desde las bases para ser un deporte competitivo a nivel olímpico. Y eso es apoyando desde la formación y con los chicos que están en una fase intermedia como paso en este torneo (…)”, concluyó Pignataro.