A pesar de que duró varios años en la liga, en la NFL no logró figurar y los problemas legales pusieron fin a su carrera como jugador, ahora Greg Hardy intenta ser figura en las artes marciales mixtas, donde al parecer tampoco tendrá un gran éxito.
Luego de haber realizado tres combates exitosos como amateur, el exjugador NFL se convirtió en profesional y la noche del sábado protagonizó su octava pelea como profesional, en la que terminó noqueado.
El egresado de la Universidad de Misisipi, donde jugó toda su etapa de football colegial y un año en el equipo de baloncesto, recibió un fuerte gancho de izquierda a la cara, por parte de Tai Tuivasa, que lo llevó a la lona y terminó por dejarlo fuera de combate a tan solo un minuto de haber iniciado la contienda.
Se trató de una pelea de peso pesado en Ultimate Fighting Championship (UFC) 264, función realizada en Las Vegas el sábado por la noche.
Hardy, llegó a la NFL como liniero defensivo mediante una selección de sexta ronda de las Panteras de Carolina en el draft de 2010. Durante su primer año fue solo jugador de banca y luego, en 2014, fue dejado en libertad al ser enjuiciado por cargo de violencia familiar.
Hardy fue acusado por su exnovia, quien afirmó haber sido golpeada y amenazada de muerte por el jugador. El juez lo condenó a 18 meses de libertad condicional y aunque apeló y logró que desapareciera el castigo, las normas de la NFL y Carolina terminaron por hacer que se mudará a otra franquicia.
En 2015 llegó a Dallas mediante un contrato de un año, pero esa misma temporada la liga lo suspendió por 10 juegos, una vez más apelo la determinación y logró que el castigo bajara a solo cuatro partidos, jugo en 12 encuentros como titular. Sin embargo, nunca pudo tener una buena relación con los entrenadores del equipo y finalmente ese mismo año dejó a los Vaqueros.
Para 2016, Hardy anunció que incursionaría en las artes marciales mixtas. Tras llegar a UFC se han fincado en él esperanzas de verlo convertido en una de las grandes figuras de los pesos completos del circuito, pero dicho objetivo cada vez luce más lejano. Con la derrota del sábado la marca del ex NFL ha quedado en cuatro peleas ganadas y cuatro perdidas, las dos últimas de forma consecutiva.