"Mi función es transformarme en un gerente, por lo que seré yo la cara visible. Las autoridades de la ANFP y de la Federación no me dieron una responsabilidad simbólica, y no vendré a calentar una silla", dijo Castrilli en una videoconferencia en la que fue presentado en su nuevo cargo.
Castrilli fue conocido como "el Sheriff", apodo que se ganó durante sus 20 años de actividad como árbitro debido a la rígida forma en la que hacía respetar las reglas del fútbol y las polémicas decisiones que provocaron molestia entre jugadores y entrenadores, principalmente desde 1991 cuando comenzó a arbitrar en la primera división del fútbol argentino.
Tras dejar la actividad, el exjuez de 64 años ha participado en política en su país y también ha sido un duro crítico del VAR.
La llegada de Castrilli se produce luego de la salida de su antecesor Jorge Osorio, afectado por las criticadas actuaciones de los árbitros en el torneo chileno.