Las Leoncitas se embarcaron hacia Sudáfrica el jueves, con la ilusión de disputar en Potchefstroom la novena edición del Campeonato Mundial Junior, en el que debían defender el título que habían conquistado en Chile en 2016. Pero ni siquiera llegaron a tocar tierras africanas. En pleno viaje, se enteraron de la cancelación del torneo debido al brote de una variante de coronavirus que se registró en el país anfitrión, y entonces comenzaron la dura odisea del regreso.
Según se pudo averiguar el plantel argentino -que tiene como entrenador a Fernando Ferrara, flamante coach de Las Leonas- recibió la noticia al aterrizar el viernes en Estambul, una de las escalas planeadas en el trayecto hacia Sudáfrica. Tras varias horas de incertidumbre sobre los pasos a seguir, pudieron conseguir alojamiento en esa ciudad turca, donde pasaron la noche. Y el sábado emprendieron la vuelta.
De Estambul viajaron a Doha. De allí a San Pablo y luego a Montevideo, donde llegaron en la tarde de este domingo. Y este lunes tomarán un buque bus que las trasladará nuevamente a Buenos Aires.
Fueron cuatro días de una travesía indeseada, de ciudad en ciudad, sin salir de los aeropuertos, desde que partieron de Ezeiza el jueves hasta llegar a la capital uruguaya. Y un viaje final por agua para regresar a casa, con el cansancio, la tristeza y la bronca por el sueño trunco.
"La seguridad de todos los involucrados en los eventos de la FIH es una prioridad absoluta. Además, muchos países, incluidos algunos de los equipos participantes, han aumentado considerablemente sus restricciones de viaje con Sudáfrica, incluida la suspensión de vuelos. Por lo tanto, simplemente no es posible mantener este evento según lo planeado", informó la Federación Internacional de Hockey en un comunicado firmado por su director ejecutivo, Thierry Weil.