"El Conde" y Leo Valdez tocan pelo en Guadalajara

"El Conde" y Leo Valdez tocan pelo en Guadalajara

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Transcurrió la primera mitad del festejo inaugural en Guadalajara con tropiezos y poco que escribir a casa, Alfredo Ríos “El Conde” y Leo Valadez consiguieron una oreja cada uno, mientras Sebastián Castella salió con fuerza al tercio, todos en su segundo turno, para darle otro rostro a la tarde de apertura 2023 en El Nuevo Progreso.


Cuando “El Conde” vio por fin en  el ruedo a “Franciscano” ya habían desfilado los dos reservas de la tarde, por lo que no había mucho por pensar, la apuesta de los espadas para lograr algo importante era a una sola carta.



Ríos se entendió con su toro, administró la fuerza de su enemigo y consiguió elegancia con  la capa y largueza en varios capítulos de su labor con la muleta, “El Conde” sabe cómo llegar al tendido de Guadalajara y complació al respetable que tras efectiva estocada exigió las orejas para el espada tapatío.


El biombo solo mostró un pañuelo y ahí se sostuvo pese a la ruidosa exigencia del segundo apéndice.

Leo Valadez, igual que Ríos, solo había destacado con las banderillas en su turno anterior, el de Aguascalientes estructuró una faena en la que midió el castigo con la vara, se lució con un quite de zapopinas y colocó los palos con la facilidad que le caracteriza.



Tras brindar a Castella, con la muleta aprovechó el recorrido de “Inquebrantable” para firmar aseada y artística lidia que coronó con muy buena estocada, el juez consideró una oreja que apenas si dejó tranquilo al más joven  de los alternantes.


Sebastián Castella quiso, pero no pudo, “Mar de Nubes” quinto de la tarde regaló apenas lo justo para que el francés no pasara desapercibido.


El torero galo se empleó a fondo pero no transmitió la adrenalina de otras tardes, el juez le negó la música una y otra vez, después ya molesto se dio el lujo de callar al aficionado que le impedía concentrarse en la suerte suprema.



Su labor le mereció una muy sentida ovación al salir al tercio.


El encierro de De la Mora, fue disparejo y regular de calidad, fueron devueltos el segundo por falta de trapío y el cuarto por perder un cuerno apenas.


Información: Luis Fernando Loza Lepe

Fotos: Javier Hoyos